El CD Beconet Bujalance FS denuncia con total firmeza la inaceptable situación del arbitraje en la Segunda División B, una categoría que cada año crece en nivel, competitividad y exigencia, mientras los colegiados que la dirigen siguen sin alcanzar ni siquiera un mínimo estándar de calidad. Lo que debería ser un arbitraje a la altura de la categoría se ha convertido en una auténtica vergüenza, con actuaciones que no solo perjudican a nuestro club, sino a todos los equipos que compiten en esta liga.
Los dos últimos encuentros han sido la gota que colma el vaso. Decisiones incomprensibles, aplicación errónea del reglamento, criterio desigual y una actitud soberbia por parte de los árbitros, quienes, amparándose en su “presunción de veracidad”, se creen intocables incluso cuando sus errores son evidentes e injustificables. No solo nos han perjudicado gravemente en partidos concretos, sino que llevamos toda la temporada, y temporadas anteriores, soportando arbitrajes que rozan lo esperpéntico.
La realidad es clara: el nivel de los árbitros no está a la altura de la categoría. Mientras los equipos nos esforzamos por mejorar, entrenamos cada día y trabajamos para competir con profesionalidad, los colegiados siguen sin preparación, sin formación adecuada y, en muchos casos, sin siquiera conocer correctamente el reglamento que deberían aplicar. Su falta de nivel no solo afecta el desarrollo de los partidos, sino que directamente está adulterando la competición.
A esta preocupante falta de nivel arbitral se suma una actitud que resulta ya insostenible: los árbitros parecen estar más pendientes de lo que se dice desde la grada que de lo que realmente ocurre en la pista. En lugar de centrarse en impartir justicia dentro del juego, pierden tiempo activando «protocolos» absurdos que no sirven para nada, más allá de generar aún más desidia y rechazo hacia el colectivo arbitral. Es evidente que quieren que los aficionados estén callados, que acepten cada decisión sin protestar, sin mostrar su descontento, sin ser parte del espectáculo.
El fútbol sala es un deporte de pasión, de emociones, de entrega. Pretender que el público permanezca impasible ante el despropósito que vemos jornada tras jornada es una falta de respeto tanto para los aficionados como para los clubes que trabajan día a día para dar lo mejor en la pista. Y lo más grave es que esta desconexión entre los árbitros y la realidad del juego puede llevar a consecuencias que van mucho más allá de lo deportivo. Luego ocurren desgracias que podrían evitarse si quienes tienen la responsabilidad de dirigir los partidos se preocuparan más por hacer su trabajo con rigor y profesionalidad que por intentar silenciar a quienes llenan las gradas y dan vida a este deporte.
Pero este problema no solo afecta al CD Beconet Bujalance FS. Todos los equipos de Segunda División B están sufriendo las consecuencias de un arbitraje nefasto que convierte cada partido en una lotería y que, en demasiadas ocasiones, condiciona los resultados de manera injusta. No se puede permitir que el esfuerzo, la dedicación y el sacrificio de jugadores, entrenadores y aficionados sean tirados por la borda por culpa de árbitros que no están capacitados para dirigir encuentros de esta categoría.
Exigimos a los organismos responsables que dejen de mirar hacia otro lado y tomen medidas inmediatas. El arbitraje en Segunda División B necesita una reforma urgente. Es imprescindible que se establezcan controles de calidad, evaluaciones constantes y sanciones para aquellos colegiados que demuestran, jornada tras jornada, que no tienen el nivel requerido para impartir justicia en el fútbol sala. No se puede seguir permitiendo que los árbitros actúen sin ningún tipo de consecuencia, creyéndose inmunes a la crítica mientras siguen cometiendo errores que afectan directamente a la competición.
El CD Beconet Bujalance FS no va a callarse, ni va a aceptar esta situación como algo normal. Vamos a seguir denunciando cada injusticia, cada arbitraje lamentable y cada situación en la que nuestro club, o cualquier otro, se vea perjudicado por decisiones arbitrales inaceptables. El fútbol sala merece respeto, justicia y profesionalidad, y no vamos a parar hasta que estos valores sean una realidad en nuestra competición.
*CD Beconet Bujalance FS*