Presidentes territoriales; zapatero a tus zapatos

El pasado 17 de marzo ante la situación adversa que vive el futbol sala, el presidente Louzan manifestó a todos los clubes de primera y segunda que “el futuro modelo de gestión será el que queráis vosotros”. Ante esta decisión que esperemos se cumpla, en este tren que quiere poner en marcha el presidente, sería un error hacerlo funcionar solo con dos vagones -primera y segunda- obviando el resto de competiciones dentro del paraguas federativo.

El tener por narices a un presidente territorial al frente del fútbol sala, el tiempo ha dictado que resta mucho más que poco o nada suma a un deporte muy castigado por el trato de agradecimiento del presidente de la RFEF, a sus presidentes territoriales. La dirección del fútbol sala no debe ser -como es- una moneda de cambio para mantener sueldos y status a presidentes a los que hay que estar agradecidos. Lo hizo Ángel María Villar (Alberto Vilar y Antonio Escribano), Luis Rubiales (Pedro Rocha, Pablo Lozano, Pablo Burillo y JM Monge), y lo esta manteniendo Rafa Louzan con JM Monje.

Zapatero a tus zapatos, y futboleros, que se dediquen al futbol, porque de futsal tienen menos ideas e interes de gestión que yo del beisbol. Es inaceptable que un presidente territorial sea el que mal gobierne el futbol sala -la mayoría sin gustarle-, con el trabajo que tienen en su federación territorial, y el figureo que mantiene en la vicepresidencia de la RFEF, tienen bastante. No hay dudas que lo último que despierta su interes es el coñazo del ‘futbito’.

Esta situación desde hace décadas la lleva sufriendo el futsal, y si en los últimos tiempos es cuando ha llamado la atención del presidente de la RFEF, es porque a principios de 2020, Luis Rubiales tuvo la asesorada maléfica idea de fulminar la LNFS, sin valorar del daño que hacia a un deporte muy castigado. Fue desde entonces cuando la LNFS fue relegada, y comenzó a ponerse de manifiesto la incapacidad de gestión del CNFS, a lo que se unió la división de los clubes. A Pedro Rocha le vino grande la situación, a Pablo Lozano le supero tantos obstáculos, Pablo Morillo, solo estuvo un mes -fue el más inteligente-, para cerrar con el actual JM Monge, que vivió con presidente del CNFS, la salida de Rubiales y la llegada de su buen amigo Louzan.

Los que llevamos cuatro días en esto, los que no somos pelotas ni abraza farolas de nadie, tenemos muy claro que si de verdad y con su buena voluntad, Rafa Louzan, quiere dar un giro al futbol sala, tiene que comenzar fulminando el rollito histórico de que decreta que un presidente territorial tiene que ser presidente del CNFS. Tremendo error seria continuar de lleno metidos en un sistema presidencial que tanto daño ha generado.

Siento envidia sana del futbol femenino que fue reconocido oficialmente como liga profesional por el CSD, lo que la hace totalmente autónoma de la RFEF (como lo fue antes los clubes de la LNFS, pero sin ser reconocidos oficialmente como profesionales de derecho, aunque sí de hecho). Tienen su presidenta Beatriz Álvarez Mesa, elegida por los clubes democráticamente, tienen CIF propio, presupuesto y gestión propia y tienen un convenio de coordinación con la RFEF donde se plasman los derechos y deberes de ambos para potenciar la competición. Además, en ese convenio se recoge que la RFEF da 2,5 millones de euros/ año durante la duración del convenio (4 años), para potenciar y ayudar al fútbol femenino a profesionalizarse. De hecho, si la memoria no me falla la liga F y a la Asobal (también profesional) desde la LNFS ayudaron a montar las estructuras y procedimientos iniciales. También recuerdo que sí, Ángel María Villar, no entra en los conflictos que todos conocemos, lo que comenzó a vivir la liga F, también estaba previsto para el futbol sala. Incluso Antonio Escribano, presidente del CNFS estaba totalmente de acuerdo.

Con estos datos no pretendo alzar la bandera para la profesionalización del futbol sala, eso lo tienen que decidir los clubes y trabajarlo con CSD, ni que todo vuelva tal cual fue en el pasado, esto también lo tiene que decidir los clubes. Lo importante es que el presidente Louzan quiere poner la primera piedra y pone en manos de los clubes su futuro, y es obvio pensar que este no puede pasar por el CNFS. El futbol sala necesita un gestor que tenga independencia dentro de la RFEF, que tenga que rendir cuentas a los clubes. Con capacidad para generar ingresos que repercuta en los clubes, y con liderazgo en FIFA y UEFA. La Copa de España, Copa del Rey y Supercopa, deben generar ingresos, o por lo menos que no sea un gasto.  En el CNFS han olvidado que la vaca da leche, pero para que la leche llegue a la cubeta, hay que levantarse a las 5 de la mañana para ordeñar, y eso de madrugar, los actuales gestores del futbol sala comenzando por el presidente, como que no, porque no tienen ni zorra idea ni ganas de aprender ese sacrificio. Rafa Louzan como buen gallego, tierra donde abundan las vacas y la buena leche, sabe madrugar y cómo se ordeña una vaca.

Fran Gago

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